Memoria de Grazalema

La memoria de nuestros paisanos es el eslabón vivo que nos conecta con el pasado mientras forjamos el futuro de nuestro pueblo.

Juana Lara Vega


“A mí me enseñaron y yo enseñé a otras. De mujer a mujer.”

Juana nos habla de la carencia educativa que tenían las mujeres en tiempos de guerra, valorando los saberes y conocimientos que se transmitían de unas a otras, como la costura, la remienda, el punto y el croché.

José García Fuentes “El Faena”


“Ahora parece que no se valora ya, lo que se valoraba antes. Ha cambiado. Ya se labra de otra manera, ya tienen otro modo de hacer las cosas. Más facilidad… Que antes era trillar en la era y hoy pues viene una máquina y te lo hace. ¡Esto va a terminar loco!”

José “El Faena” nos cuenta, a través de sus experiencias, los contrastes de la vida en el campo, por una parte las estrecheces y el trabajo desde niño, por otra la felicidad de vivir en un entorno natural. Su herencia es el conocimiento de las labores del campo.

Cristóbal Yuste Puerto


“Ahora mismo la raza Merina de Grazalema está en peligro de extinción… Es que es muy importante, es muy importantísimo. ¿Por qué? Porque es la oveja que está adaptada al terreno.”

Hablamos con Cristóbal Yuste, presidente de AMEGRA (Asociación de Criadores de la Raza Ovina de Grazalema).

Juan Mateos Sánchez


"Nos juntábamos allí tantos niños que no cabíamos en la escuela. Tenían que ir a casa de los vecinos a por sillas.”

La ganadería ha sido y es una actividad esencial para Grazalema. Acompañamos a Juan mientras nos enseña su rutina en el campo y nos habla sobre la educación y la vida en la Ribera.

Fernado Valle Menacho


"No había luz. Trabajaban las ruedas con el agua… ahora tendrían que tener un motor, porque ya no hay agua.”

Fernando trabajó durante años en una de la fábricas de mantas de “San josé” en la Ribera de Gaidóvar. Nos explica los procesos y la forma artesanal de trabajar en la industria textil que durante siglos fue la principal actividad industrial del pueblo.

Cándida Naranjo Sánchez


"No necesito riquezas, yo tengo aquí la mayor riqueza del mundo... El campo."

Cándida nos habla de cómo era la vida en el campo, los recuerdos de su infancia, los juguetes que hacía y los animales que tenía.